Esta semana Purna nos envía alegres noticias desde Katmandú, ya que las niñas del hogar PHGH han disfrutado de varios días festivos con motivo de la fiesta hindú Hartalika Teej.
Además, la visita de nuestra compañera de Acción Solidaria Aragonesa, Sandra, quien portaba ayuda económica, permitió a las niñas comprar vestidos, nuevos accesorios y comida especial para celebrar esta fiesta, en la cual las mujeres son las protagonistas.
Hartalika Teej, también conocida como la fiesta de Teej, se celebra anualmente entre los meses de agosto y septiembre, durante tres días. Aunque su origen es hindú, su importancia es tal, que se considera fiesta nacional en Nepal, siendo días de descanso para todo el mundo.
La fiesta conmemora la amistad entre mujeres, ya que, según cuenta la leyenda, la hija del Rey del Himalaya, Parvati, consiguió escapar de un matrimonio concertado por su padre con un rico hombre gracias a la ayuda de sus amigas. Como agradecimiento, Parvati organizó una gran fiesta para celebrar el final feliz, siendo esta el origen del Teej.
Desde entonces, las mujeres hinduistas nepalíes festejan cada año durante tres días la amistad, pidiendo a los dioses lo mejor para sus familias, bailando, comiendo, cantando durante horas y llenando las calles de color con sus mejores vestidos, complementos y sonrisas.
Desde Creciendo en Nepal queremos trasladar a Sandra el agradecimiento que Purna nos ha pedido le hagamos llegar, por su visita y la alegría que para las niñas supuso poder celebrar un Teej tan especial.
Sarita Basnet llegó al hogar de PHGH antes que nosotros mismos, en 1997, cuando contaba con 15 años y tras haber sido acogida por una monja Budista, quien le dio la oportunidad de comenzar a estudiar con éxito, hasta el décimo grado nepalí.
Su historia no es sencilla. Con tan sólo dos años sufrió una lesión grave en ambos ojos que tuvo que ser tratada al llegar al Hogar PHGH. Además, sus piernas, también algo débiles, necesitaron de mucho ejercicio para ir recuperando movilidad. No obstante, gracias al apoyo económico de las/os socios de Creciendo en Nepal, al cariño dado por Purna Didi y, sobretodo, a su gran tesón y esfuerzo, finalmente se recuperó.
Sarita es una persona muy responsable y trabajadora. Su ilusión era estudiar enfermería y, aunque al llegar al Hogar le fue imposible por falta de patrocinios, más adelante, en su etapa final, pudo completar sus estudios gracias a la ayuda de Creciendo en Nepal y otros sponsors.
Esto le permitió acompañar a Purna Didi en el cuidado de las niñas hasta el año 2017, año en el que decidió volver a su pueblo natal para comenzar una nueva etapa, con la intención de transmitir todo lo aprendido sobre el bienestar social a sus vecinos/as e intentar erradicar algunas creencias equivocadas y supersticiones que aún continúan vivas en la sociedad nepalí.
Desde Creciendo en Nepal, le queremos desear toda la suerte y el éxito merecido en su nueva andadura.
También queremos agradecer a Purna todos sus cuidados. Y recordar que han sido la ayuda de los/as socios/as, los patrocinios, los sponsors y las colaboraciones económicas que recibe Creciendo en Nepal, las que han hecho posible este crecimiento personal de Sarita y del resto de niños y niñas a quienes seguimos acompañando.
Nuestra familia en Katmandú recibió hace unas semanas la visita de David del Campo, amigo y colaborador de Creciendo en Nepal, quien, junto a Sonia Esplugas, puso en marcha en 2014 el proyecto Rupa Nepal, con el objetivo de que las niñas y niños del Hogar PHGH pudieran expresar su potencial creativo a través de la pintura y la fotografía.
Con su visita David llenó de alegría el Hogar, charlando y rememorando la gran experiencia que fue para todas/os el proyecto Rupa Nepal y todo el cariño que recibieron ambas partes.
Desde Creciendo en Nepal queremos agradecer a David su visita y desearle suerte en sus nuevos proyectos. Seguro que son tan exitosos, humanos e importantes como lo fue Rupa Nepal para nuestras niñas y niños de Katmandú. ¡Gracias David y Sonia!
El verano sigue trayendo buenas noticias de Katmandú. Esta vez relacionadas con Sakeela, la mayor de las jóvenes que participan en el proyecto Creciendo en Nepal.
Con una nota media de 2,62, Sakeela ha superado con méritos la duodécima, y última, asignatura de la carrera de Humanidades.
Según nos cuenta ella misma, han sido momentos duros de estudio pero muy provechosos y satisfactorios, ya que, por ejemplo, para aprobar su proyecto fin de carrera, Sakeela tuvo que viajar -junto a otras compañeros/as y profesores/as- hasta Sikkim, cuidad situada en la frontera entre India y Nepal, para estudiar a la población y su entorno.
Fue una gran experiencia que contribuyó a subir la nota final de la carrera y le sirvió para aprender, no sólo conceptos teóricos, sino también a afrontar el trabajo de campo, ya que estando allí sufrieron condiciones adversas como intensas nevadas.
Ahora Sakeela nos confirma que desea continuar estudiando en la universidad la carrera de Periodismo, una de las ramas a las que se puede acceder desde Humanidades.
Desde Creciendo en Nepal le hemos confirmado que le ofreceremos todo nuestro apoyo, buscando financiación y recursos técnicos que le puedan ayudar a lograr sus objetivos. Nuestra alegría es inmensa al ver sus buenos resultados. ¡Enhorabuena Sakila!
Desde aquí queremos agradecer a las personas y entidades que con su apoyo económico han hecho posible que Sakeela y otras niñas y niños beneficiarios del proyecto Creciendo en Nepal puedan acceder a la formación básica, secundaria y superior. Sin su ayuda no sería posible. ¡Gracias!
También queremos animaros a aportar vuestro granito de arena para que nuestras niñas y niños continúen con sus estudios.
Como en otros lugares del mundo, las niñas y los niños de Katmandú celebran en sus escuelas el «Día de las familias», jornada muy especial para el alumnado, durante la cual los papás, las mamás, los abuelos, las abuelas, tíos, tías y en general todos los miembros de cada familia pueden visitar el colegio y conocer de primera mano cómo viven el día a día sus peques.
La ocasión es especial y por eso en el hogar PHGH las niñas preparan al detalle su vestuario con la ayuda de Purna, quien nos envía estas fotos para que veamos la ilusión con la que las niñas viven el momento.
Además, algunas de las niñas, como Preti Lama, la más jovencita del hogar, ofrecieron una actuación en la que cantaron y bailaron junto a sus compañeros/as de clase y que fue un auténtico éxito.
Preti Lama, junto a una compañera, justo antes de actuar.
Sarita Basnet llegó al hogar de PHGH antes que nosotros mismos, en 1997, cuando contaba con 15 años y tras haber sido acogida por una monja Budista, quien le dio la oportunidad de comenzar a estudiar con éxito, hasta el décimo grado nepalí.
El verano sigue trayendo buenas noticias de Katmandú. Esta vez relacionadas con Sakeela, la mayor de las jóvenes que participan en el proyecto Creciendo en Nepal.
