Los días 23 y 24 de julio Creciendo en Nepal estuvo muy presente en Huesca, donde se celebraba la carrera de montaña Gran Trail Aneto-Posets. Nuestro amigo Auro Sánchez participó en la prueba y recorrió 108 duros kilómetros sin apenas descanso. Lo hizo acompañado de la energía que le caracteriza y de un mala, una sarta de cuentas esféricas utilizada en el budismo y que Auro empleó para enviar buenos deseos a todos aquellos que apadrinaron su carrera.

Auro a su llegada al Gran Trail

Esta es la crónica del Gran Trail contada por el propio Auro.

«La carrera es una de las pruebas más técnicas y montañeras de España, pues se pasan por collados de 2.800 y 2.900 metros, y en condiciones de semi autosuficiencia. Este año la primera noche fue muy dura en cuanto a condiciones climatológicas, con nieve (el uso de crampones fue obligatorio), lluvia, viento y temperaturas alrededor de 0 grados. Además el recorrido de bloques típico del Pirineo, que forma parte del trazado del primer día, se hace duro. Parece que no pasan los kilómetros.

Nuestro primer paso por Benasque se hizo sobre las tres de la tarde del sábado. Aprovechamos para comer bien, poner las piernas en manos del genial equipo de fisioterapeutas de la prueba, ducha rápida, cambio de calzado y material, ¡y a seguir! No hay que tentar a la pereza y es necesario salir rápido del muro psicológico que supone Benasque, ya que nos espera la segunda noche, y la comodidad de estar cerca de la familia, en la línea de meta, es muy tentadora.

De todas formas estábamos muy centrados mentalmente en nuestro objetivo y en nuestra práctica de mantras para la gente que ha colaborado con sus donativos. Y conté con un equipo de apoyo excepcional (amigos y familia) durante todo el fin de semana que me ayudaron con todos los detalles, incluso corrieron conmigo algún kilómetro. Pese al cansancio, la motivación tan fuerte por llevar a cabo nuestro objetivo por nuestros nenes y nenas de Nepal -la recaudación iba dirigida a ellos- no me hizo rendirme en ningún momento.

El segundo tramo de carrera es algo menos técnico pero ya las fuerzas van justas. De hecho, tuvimos que parar a descansar una hora en el Refugio de Biados porque el cuerpo ya no aguantaba más. Sin duda los momentos más emocionantes son: la salida, con todo el pueblo de Benasque y familiares de corredores/as llevándonos en volandas hasta el primer avituallamiento de la Renclusa, con gritos de ánimos, luces, cencerros…; y la llegada a Benasque el domingo, después de dos jornadas. Es indescriptible.
Estoy inmensamente agradecido a los voluntarios y voluntarias de la organización que son el alma de esta prueba, que nos cuidaron y nos mimaron un montón. A mi familia y amigos que pasaron el fin de semana allí y a todos/as y cada uno/a de los que han colaborado apadrinando kilómetros o aportando algún donativo. Sin duda ha sido una experiencia que nunca olvidaré».
Auro a su llegada al Gran Trail
Los kilómetros apadrinados, cuyo dinero irá destinado a la labor que Creciendo en Nepal realiza en Katmandú, ascienden a 43.
¡Gracias a todos por participar!